sábado, 28 de enero de 2012

Ira, Primera Parte.

Hola amigos. Me presento: Soy Ekhan, uno de los creadores de blog, pero como también soy un "descastao", pues he dejado a Nihma todo el trabajo de llevarlo y actualizarlo. No tengo ningún nuevo relato que publicar, porque siempre suelo dejar las cosas a medias, pero aprovecho y subo un relato que escribí cuando tenía quince años (hace ya más de cinco años). Debido a su longitud, lo he dividido en tres capítulos que acabaré de subir esta semana. 
Con vosotros la primera parte de "Ira".



Genial. Hoy estoy genial. Mi nombre es Daniel y me voy de fiesta con mis amigos. Es el primer sábado que voy con ellos, y me dejan llegar a las once de la noche. Me siento bien. Pienso que este momento ha tardado demasiado en producirse, 15 años, pero quiero olvidar ese detalle.
La gente nos mira al pasar, especialmente a mí. Mi madre me ha obligado a salir vestido de etiqueta. Por poco me pone el traje de la comunión. Mis amigos van todos con ropas modernas, unos vaqueros, una camiseta; no como yo, que si con la camisa, los pantalones y los zapatos. Odio a mi madre.
Mientras nos reímos empiezo a sentir algo en el estómago cada vez que miro a Eva. No sé que es, pero me siento bien con ello. Supongo que será eso de que te gusta alguien, no lo sé, pero no puedo intentar nada ya que sale con mi peor enemigo, Pablo. Ahora están conversando de forma no verbal. Intento apartar la vista pero va allí sola. No puedo evitarlo, les miro.
-Daniel –me llama otro amigo, Ramón.
-¿Si? –respondo preguntando por que me saca de este embobamiento.
-Deja de mirarles.
-¿Por qué?
-Es de mala educación, además ¿a ti te gustaría que esté un tío mirándote embobado mientras estas besando a una tía?
-Me daría igual.
-No. No te daría igual. A nadie le da igual.
-Cállate. Te pareces a mi madre. Vete a dar la brasa a tu novia –me pongo a la defensiva.
-Di lo que quieras, pero tienes todas las papeletas para que te marginen, y si sigues actuando así, te va a tocar el gordo.
-Olvídate de mí. –pero soy yo quien no puede olvidar lo que me ha dicho.
-Tienes que empezar a buscarte novia, sé que al principio cuesta, pero después merece la pena.
-¿Y tú que sabes? –Pero acaba de dar en el clavo, a pesar de que intento disimularlo- yo he salido con muchas chicas, ya he tenido novia –sabe que miento.
-Siento preguntarte esto pero… ¿Cómo se llamaba? –intenta humillarme.
-Yolanda –Error, ese nombre no se le ponen a nadie hoy día. Yo lo oí en una telenovela- fue cuando estuve de vacaciones en Barcelona.
-De acuerdo, Daniel, de acuerdo. –dice resignado, pues sabe que no es verdad. Pablo y Eva han terminado de “conversar”
-¿Qué os pasa? –se acerca alegremente Eva a nosotros. Ignora que la discusión ha sido a causa de ella.
-Nada –respondo. Quiero que siga ignorándolo.
-¿Que pasa perdedor? –es la forma en que Pablo me sluda, insultándome.
-Nada y me encojo de hombros. Su familia es muy rica y si nos peleamos estoy seguro de que me denunciará, así que mejor no meterme en problemas.
-Deja de meterte con él –ante mi asombro, Eva sale a defenderme. Esa sensación en el estómago vuelve a aparecer–para ya.
-Pero mira como va vestido –sigue tomándola conmigo- es un perdedor.
-Y tú un niño de papá –sigo sin creérmelo. Eva está discutiendo con su novio por mí- y creo que nadie te dice nada.
Siento que esta vez Pablo se queda sin palabras. Se marcha enfadado no sin antes empujarme con el hombro. Pero me da igual, como ya dije, me siento bien. Eva ha roto con su novio por mí. Creo que este es el momento de pedirla salir o algo así. Pero para no fastidiarla mejor consultar a Ramón y a Vero, su novia.
-Oye –les llamo- ¿puedes ir un momento con Eva por favor? –ahora me dirijo a Vero- Es que quiero hablar con Alberto de algo que no quiero que se entere.
-De acuerdo. –se va.
-¿De qué quieres hablar? –me pregunta como si le diese miedo lo que le voy a decir.
-Quiero pedirle salir a Eva. –lo digo todo de carrerilla pues soy incapaz de decirlo sin cortarme.
-¿¡Qué!? –me mira como extrañado, como si yo no pudiese dar tal paso.
-¿Qué pasa? ¿No puedo? –le contesto fingiendo humillación.
-No, claro que puedes, pero es que me has sorprendido.
-No entiendo por qué. Tu me has dicho hace diez minutos que debería de ir buscándome una novia, y sin embargo, cuando te digo que quiero pedirla salir me miras extrañado. Decídete de una vez.
-Vale, ya esta. ¿Qué quieres de mí?
-Ejem… ¿Como la pido salir?
-Supuse que este momento llegaría. Pregunta número uno: ¿Cuándo quieres pedirla salir?
-Pues quería que fuese hoy.
-No es tan mala idea. Acaba de romper hace cinco minutos con su novio, por ti. Alégrate chico. Pero ten cuidado, quizás luego te odie por hacerla romper con él.
-Yo no la he pedido que rompieran.
-Ya. Segunda pregunta: ¿Cómo se lo quieres decir?
-Si tiene que ser hoy, diciéndoselo.
-Perfecto. Acompáñame.
Nos dirigimos hacia donde esta Eva. Me empiezan a temblar las piernas. No sé que pretende pero si va a hacer lo que creo… no por favor, ahora no.
-Eva –Ramón, maldito, la está llamando- ven, Daniel quiere decirte algo.
-¿Si? ¿Qué quieres Dani? –me pregunta con tono jovial.
-Quería decirte que… -apenas puedo respirar y cuando lo consigo es de forma entrecortada, cojo aire- quería decirte que megustasmuchoyquesiquieressalirconmigo.
Me mira de una forma inexpresiva que no se cómo interpretar. Por favor, que diga algo. Pero no lo dice. Siento que Ramón y Vero nos miran expectantes a la distancia. Por fin, abre la boca levemente; pienso que es para contestarme, pero, por suerte, me equivoco y de repente se me lanza y me besa. No me lo espero. Soy feliz.


1 comentario:

  1. Hola Ekhan me ha gustado mucho tu relato de la ira ¿vas a publicar el completo? . A mi me gustaria saber el final, por cierto me ha hecho mucha gracia eso que dices en tu presentacion , lo de que eres un descastao ¿que significa? me gustaria saberlo.
    un saludo

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